Anidado en el centro de su alma, la chica de la batería lleva un vacío que su padre, antigua leyenda del metal, le ha heredado como una maldición punzante y milagrosa. La carga que lleva en el espíritu es de música. Es el metal. Metal pesado, negro, muerto. Para descubrir y cumplir con su destino, la chica deberá rescatar del fuego a Roberta, la mítica batería Arstar de su famoso progenitor, e intentar comprender su pues, aunque su familia lo intentó ocultárselo, éste ha vuelto para atormentarla y llevarla por el mismo sendero de destrucción y soledad que marcó a su padre. La chica de la batería sabe que el camino es sinuoso y que para encontrarse con la escalera que lleva al cielo antes deberá caminar por la carretera del infierno.