Puesto que su edificación resulta de la autonomía respecto de las creencias, normas y autoridades dogmáticas, el Estado laico suele asociarse con una idea de neutralidad frente a lo religioso. Pero ¿exactamente qué significa esa neutralidad? La autora apunta que dicha condición es susceptible de interpretarse cuando menos a partir de dos perspectivas: una en la que el Estado se mantiene al margen tanto de las doctrinas religiosas como de las organizaciones que las enarbolan, y otra en la que éste no privilegia a ninguna por encima de las demás. A la postre, dicha especificidad tiene implicaciones prácticas que derivan en modelos de laicidad profundamente distintos. Esta obra constituye un esfuerzo por analizar sistemáticamente la noción de neutralidad en el Estado laico. Para ello, la autora ofrece reflexiones que se ubican tanto en el plano conceptual como en el normativo, a bordando el caso específico del régimen de laicidad mexicano a partir de una perspectiva comparada. En esta aproximación, las lectoras y los lectores encontraran una discusión profunda sobre la diversidad de los sentidos en los que se emplea la noción de neutralidad, las condiciones sociopolíticas que las motivan, sus implicaciones en un sentido práctico, y la forma en que se concibe a la religión en cada una de ellas.