El propósito de la colección Obra y testimonio: Maestros de la ENAP es lograr un acercamiento a la vida y obra de los artistas, diseñadores o comunicadores que imparten cátedra en nuestra escuela y, a la vez, difundir fuera de nuestros muros el trabajo que cada uno de ellos realiza.



Hay cosas que cada uno de nosotros tiene que hacer (aunque no siempre las haga). Y Pedro Ascencio tenía que llegar a la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Eligió la carrera de pintor, mas también frecuentó el dibujo, el grabado y la litografía. La vida académica lo enfrentó a los conocimientos técnicos sobre cada una de estas disciplinas: las herramientas, los materiales o las preparaciones de los soportes. De éstas y otras experiencias académicas fue tomando los elementos que necesitó: """"en un principio te haces como Frankenstein, como pedacitos de todo..."""". Tras ocho años intensos de aprendizaje sistemático bajo la influencia aceptada de los maestros y de intercambios con otros artistas de su propia generación, Pedro empezó a producir pintura no figurativa marcada por el informalismo. También se asomó por vez primera a una producción que, a partir de lo sígnico, quería transitar hacia lo simbólico: era ya lo que él llama """"pintura sígnica con mantras"""". Ajeno a modas contemporáneas, Pedro Ascencio Mateos es de esos hombres que siempre estarán dibujando, aplicando pigmentos o incidiendo en una placa. Pedro es dionisíaco y chamánico.