La vivienda ha sido, desde siempre, un tema importante en el estudio de los fenómenos urbanos de cualquier país. Tratándose de países que padecen una difícil situación habitacional recobra una importancia peculiar convirtiéndose, al mismo tiempo en un objeto de estudio por parte de investigadores y académicos en las universidades.

De esta forma surge un proyecto de investigación denominado como “laboratorio de monitoreo de la habitabilidad urbana”. El propósito consiste en evaluar la vivienda producida por el sector privado en México, en virtud de la trascendencia que estos agentes inmobiliarios están teniendo en la construcción de la llamada vivienda de interés social.

Si bien estamos asistiendo, hoy día, a un cambio en las formas de operar la producción de vivienda, con la consolidación de los empresarios privados en su proceso de producción por un lado y, por otro, con el retiro de un Estado que cada vez se ocupa menos por conocer las formas como se está produciendo la vivienda y se limita exclusivamente a generar mecanismos financieros que subsidien y otorguen créditos y, con esto, estima que está disminuyendo el grave problema de déficit tanto cualitativo como cuantitativo que existe en nuestro país.

El problema de la vivienda repercute en otros muchos aspectos vinculados con la calidad de vida a la que, por lo general, aspiran las personas en cualquier sociedad. Y la calidad tiene muchas vertientes aun tratándose de un bien tan aparentemente sencillo, como lo es la vivienda.

Es precisamente la calidad de la vivienda lo que evaluamos en este proyecto. Seleccionamos como unidad de estudio el conjunto habitacional conocido como San Buenaventura, promovido por el Consorcio ARA, localizado en el municipio de Ixtapaluca en el Estado de México.

San Buenaventura es uno de los tantos megaproyectos habitacionales que están impactando enormemente en el crecimiento urbano del municipio de lxtapaluca, el cual, no está preparado para recibir tal cantidad de habitantes que demandarán toda clase de servicios urbanos y de infraestructura; además de empleos, transporte, y muchas otras cosas inherentes al propio desarrollo humano de las familias y de los habitantes de este municipio.