En septiembre de 1847, Justo Sierra O?Reilly se embarcó con rumbo a Washington, como comisionado del gobierno de Yucatán con la finalidad de conseguir que las autoridades navales norteamericanas, adueñadas de la Isla del Carmen, le permitieran al comercio yucateco seguir usando libremente el puerto, así como obtener recursos económicos para hacerles frente a los indios mayas, que se habían sublevado en la península. Durante el cumplimiento de esa delicada y vilipendiada misión, que ha sido juzgada y enjuiciada sin tomar en cuenta las circunstancias y las virtudes públicas y privadas de Sierra O?Reilly, fue redactando un Diario y tomando innumerables notas que ya de regreso utilizaría para escribir Impresiones de un viaje a los Estados Unidos de América y al Canadá. A lo largo de su recorrido, ya fuera a bordo de la goleta Essex o de algún paquebote, tren o diligencia, Sierra O?Reilly va describiendo cada una de las ciudades a donde llega: su arquitectura, su economía, la conformación de su sociedad, los grupos religiosos, las costumbres y, en general, la esclavitud, los conflictos entre el Norte y el Sur, las grandes figuras de la historia norteamericana y, sobre todo, la guerra con México: las noticias en la prensa, los debates en el Congreso Norteamericano, las diferentes posturas, las opiniones de los diplomáticos, los personajes que en ese momento hacían la historia. Todo ello con innumerables referencias a nuestro país y nuestra historia. Impresiones de un viaje a los Estados Unidos de América y al Canadá, obra casi desconocida, es un documento de inapreciable valor, tanto literario como histórico.