El convulso momento en que se vieron inmersos cinco países centroamericanos (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) a finales del siglo xix e inicios del xx y la situación prevaleciente en el área por la que pasaron algunos ciudadanos de esas repúblicas, los llevó a buscar protección en algún país de la región, incluyendo México. Una época en la que el gobierno porfirista tenía como objetivo que los intereses en su frontera sur no se vieran afectados, esa misma política fue útil para rechazar acusaciones por la presencia y el activismo de exiliados en territorio mexicano. En Exilio y diplomacia en el conflicto centroamericano (1898-1909) se ahonda en la situación y resulta una gran aportación al rescate de los temas del análisis del exilio político iberoamericano.