Desde el siglo VI a.C. han sido conocidas las propiedades magnéticas de materiales en la Tierra, tales como ""lodestones"" o ""piedras imán"", las cuales poseían un alto contenido de óxidos ferrimagnéticos, entre ellos magnetita (Fe30 4 ) . Si bien hubo varios ensayos acerca del tema, el primer tratado de magnetismo De Magnete fue escrito en el siglo XVII por William Gilbert (Gilbert, 1600). Las conclusiones de este trabajo pusieron fin a diversas especulaciones acerca del tema y marcaron en el siglo XVII un comienzo en el Geomagnetismo.

El magnetismo ambiental es un campo de las Ciencias de la Tierra y Físicas mucho más reciente que ha potenciado su importancia desde los 80s a partir del desarrollo de nuevas técnicas y métodos de mediciones magnéticas, así como de la investigación de diferentes parámetros magnéticos y su interpretación física en contextos geológicos, climáticos y ambientales entre otros. Aunque muchos trabajos anteriores han sido reconocidos dentro del campo de la investigación, la primera descripción explícita fue dada por Thompson et al. (1980); en dicho artículo se mostraban distintos parámetros magnéticos y su aplicación e interpretación en estudios ambientales. Posteriormente, la publicación del libro ""Environmental Magnetism"" (Thompson y Oldfield, 1986) generó amplias discusiones sobre el tema atrayendo la atención de investigadores de diversas ramas. De este modo el magnetismo ambiental se afianzó rápidamente con el transcurso del tiempo como un campo multi e interdisciplinario.