América Latina y lo latinoamericano son coincidentes: una brinda un marco geográfico como punto de partida y el otro aporta sentido y esencia a una filosofía, a un pensamiento, que reflejan una forma de entender, de actuar, de interpretar el pasado, de vivir el presente y el de abordar el futuro en un mundo global.

En el contexto de la globalización, los estudios, de nuestra región no nos presentan parcelas fijas dado que las fronteras entre fenómenos son móviles en múltiples direcciones, horizontales y verticales y, en consecuencia, las interconexiones no necesaria mente se establecen entre partes que antaño se hubieran considerado como iguales, como centrales, como potencias uni o bipolares, según los patrones occidentales europeos.