Este libro presenta algunas aplicaciones de la hermenéutica, dentro de un recorrido por la historia del pensamiento. Se analizan las relaciones de la hermenéutica con el todo de la filosofía, en cuya trayectoria se ha notado un sesgo hacia la interpretación, sobre todo en las humanidades. Se revisa a fray Luis de Granada y se pasa a Descartes, el cual influyó en Edmund Husserl. Hay un capítulo sobre la corriente del personalismo, en la que destacan Emmanuel Mounier y Paul Ricoeur, el cual fue un connotado hermeneuta, y se habla del teórico de la interpretación Juan Manuel Almarza. Después se aplica la hermenéutica a la comprensión del símbolo, y se habla acerca de la metáfora y la poesía. Y, ya que la poesía nos conecta con la imaginación o fantasía, se trata el tema de lo imaginario, tomando en cuenta que un gran hermeneuta, Nietzsche, consideraba que la fantasía era lo más constitutivo de nuestro pensamiento.