El celoso estremeño
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El celoso estremeño

Carrizales tiene celos hasta de su sombra y encierra a su esposa en la casa que es proyección de su inseguridad: muros altos, ventanas tapiadas, puertas clausuradas; en suma, una fortaleza doméstica, pero, como sabemos desde La Celestina, no existe fuerte inexpugnable para el deseo. Casi todo en Cervantes está permeado del sentido del humor, una suave ironía y una profunda benevolencia por lo humano. Casi, digo, porque hay otro Cervantes: oscuro, escabroso, fatalista que asoma la cabeza aquí y allá. Con frecuencia lo hace en el marco de lo erótico, en los espinosos terrenos del deseo. Así ocurre en El celoso estremeño, la más compleja y moderna psicológicamente de todas las Novelas ejemplares.

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