Reflexiona acerca de los desafíos que afrontan los bibliotecarios respecto a sus valores, tradiciones y función social, así como sobre una profesión que conserva sus tradiciones, y a la vez enfrenta los desafíos de innovar sus servicios, tomando en cuenta que sus valores constituyen la esencia de la educación bibliotecaria y de la práctica profesional. Los bibliotecarios deben ser propositivos e idear mejores formas de hacer llegar la información al usuario en forma rápida y eficiente, conduciéndose profesional y éticamente.