No hay presencia del mar en estas páginas; si acaso, sólo como evocación, recuerdos infantiles, no es un poemario marítimo, sino urbano. Es sobre todo un canto de amor a entidades femeninas como la mujer palpable o la representación superior de ellas, la ciudad, esa gran hembra paridora y autodestructiva. La Ciudad de México es su universo y dentro de él se engarzan otros universos particulares, especiales e ínfimos pero siempre significativos, del poeta que la recorre y la escribe, que la ama y la odia (exactamente como a una mujer), pero nunca la ignora. Con este apretado haz de sus poemas, Quirarte se nos ofrece en su completa intensidad humana.

Presentación.... Del libro Teatro sobre el viento armado (Elogio de la calle)... Del libro Calle nuestra (Calle nuestra)... Del libro Luz de mayo (Luz de mayo)... Del libro El peatón es asunto de la lluvia (Jaboncito de hotel)... Rubén Bonifaz Nuño escribe As de oros... Del libro El ángel es vampiro(Sirena en el tiempo)... Del libro Puerta del verano (Puerta del verano)... Del libro El ángel es vampiro (Preludio para desnudar a una mujer)... Del libro Enseres para sobrevivir en la ciudad (En el imperio de la jacaranda)... Del libro El peatón es asunto de la lluvia (La muchacha de al lado)... Del libro Ciudad de seda (Habla el centinela)... Del libro Zarabanda con perros amarillos (I, V, XVIII, XXVIII), Del libro El ángel es vampiro (Razones del samurai I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII)... Del libro Armados (Armado, Max Shrek, Desnuda, Abandonado, Hermanas, Onetti, Plegaria, Limosnero, Aquiles, Viejo, Más desnuda, País llamado infancia).